En su tercera Copa Mundial de la FIFA, Iker Casillas disfruta de un momento de plenitud. Indiscutible en la portería de la selección española desde hace ocho años, el capitán de la Roja ha firmado en Sudáfrica 2010 uno de sus torneos más sólidos y se ha hecho merecedor del Guante de Oro adidas por ser el mejor guardameta de la competición.
Aunque todo parecía torcerse en el estreno ante Suiza en un partido en el que a pesar de su dominio, los españoles acabaron perdiendo. De pronto surgieron voces críticas que cuestionaron la concentración del portero español. Iker ni se molestó en defenderse ante micrófonos. Lo hizo en el campo. Desde ese debut amargo, el portero firmó una actuación casi perfecta (sólo encajó un gol ante Chile en un balón en el que el rebote en un defensa le descolocó) para impulsar a su equipo a una histórica final que los españoles llevaban esperando toda la vida.
Para un equipo que ganó los cuatro partidos previos a la final por la mínima diferencia, la solidez de su potero es vital. Especialmente crucial fue su acierto en el penal que ejecutó el paraguayo Óscar Cardozo en cuartos de final y dos atajadas en mano a mano al final de ese partido. Volvió a lucirse en las semifinales, al detener dos complicadísimos disparos de Trochowski y Kroos.
Más que una pieza clave.
Aunque todo parecía torcerse en el estreno ante Suiza en un partido en el que a pesar de su dominio, los españoles acabaron perdiendo. De pronto surgieron voces críticas que cuestionaron la concentración del portero español. Iker ni se molestó en defenderse ante micrófonos. Lo hizo en el campo. Desde ese debut amargo, el portero firmó una actuación casi perfecta (sólo encajó un gol ante Chile en un balón en el que el rebote en un defensa le descolocó) para impulsar a su equipo a una histórica final que los españoles llevaban esperando toda la vida.
Para un equipo que ganó los cuatro partidos previos a la final por la mínima diferencia, la solidez de su potero es vital. Especialmente crucial fue su acierto en el penal que ejecutó el paraguayo Óscar Cardozo en cuartos de final y dos atajadas en mano a mano al final de ese partido. Volvió a lucirse en las semifinales, al detener dos complicadísimos disparos de Trochowski y Kroos.
Más que una pieza clave.
A sus 29 años, Casillas fue decisivo para un equipo que labró su camino a la histórica final con ajustadas victorias por estrecho margen (5 partidos superados por diferencia mínima). En la final, el capitán ha sido todo un ejemplo de profesionalismo, concentración y fortaleza mental, salvando dos mano a mano a Arjen Robben y haciendo otras dos extraordinarias atajadas.
Al enterarse del galardón recibido, y con el Trofeo de la Copa Mundial de la FIFA aferrado entre los brazos, el portero no podía ocultar su alegría en exclusiva para FIFA.com. “Es un verdadero honor, un honor y un placer, es uno de esos premios que uno busca y que no se espera ganar. Ahora que está aquí hay que disfrutarlo”, afirmó al terminar el encuentro.
Con humildad, Casillas habló de su extraordinaria actuación en el torneo, donde firmó cuatro partidos consecutivos sin recibir gol. “Para eso estamos, el trabajo del portero tiene que ser ese, evitar los goles como sea posible. Es un trabajo colectivo con la defensa obviamente, y el premio es de todos. Estoy realmente feliz, ha sido una noche inolvidable”.
Para finalizar, el capitán español no pudo evitar hablar de la emoción que sintió al levantar el Trofeo de la Copa Mundial de la FIFA tras el gran triunfo obtenido ante Holanda. Tras enjugar las lágrimas que no dejaron de brotar desde que Andrés Iniesta marcara el gol del triunfo, señaló, “Es algo que sueñas desde niño, esa copa que habíamos visto levantar a Brasil, a Francia a Italia. Lo ves en los videojuegos, lo ves en la televisión, lo ves en todos lados, pero no te imaginas cómo será cuando te suceda. Aún no lo puedo creer”, afirmó emocionado.
Al enterarse del galardón recibido, y con el Trofeo de la Copa Mundial de la FIFA aferrado entre los brazos, el portero no podía ocultar su alegría en exclusiva para FIFA.com. “Es un verdadero honor, un honor y un placer, es uno de esos premios que uno busca y que no se espera ganar. Ahora que está aquí hay que disfrutarlo”, afirmó al terminar el encuentro.
Con humildad, Casillas habló de su extraordinaria actuación en el torneo, donde firmó cuatro partidos consecutivos sin recibir gol. “Para eso estamos, el trabajo del portero tiene que ser ese, evitar los goles como sea posible. Es un trabajo colectivo con la defensa obviamente, y el premio es de todos. Estoy realmente feliz, ha sido una noche inolvidable”.
Para finalizar, el capitán español no pudo evitar hablar de la emoción que sintió al levantar el Trofeo de la Copa Mundial de la FIFA tras el gran triunfo obtenido ante Holanda. Tras enjugar las lágrimas que no dejaron de brotar desde que Andrés Iniesta marcara el gol del triunfo, señaló, “Es algo que sueñas desde niño, esa copa que habíamos visto levantar a Brasil, a Francia a Italia. Lo ves en los videojuegos, lo ves en la televisión, lo ves en todos lados, pero no te imaginas cómo será cuando te suceda. Aún no lo puedo creer”, afirmó emocionado.
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